Los centros
Los centros que nombramos en esta web, principalmente son instituciones que corresponden a la Junta Provincial de Protección de Menores de Barcelona y del Tribunal Tutelar de Menores de Barcelona. No todos ellos pertenecían a las mismas organizaciones estatales aunque estaban interconectados entre sí y tenían una finalidad parecida. Se podían mezclar menores custodiados por Auxilio Social, por ayuntamientos y por diputaciones. Además, en algunos, se admitían niñas y niños “de pago”, aunque solían estar separados de los tutelados.
Los centros de acogida, los asilos, los reformatorios, los mediopensionados, las granjas agrícolas, las casas de familia, etc., podían estar situados en grandes inmuebles, en una agrupación de escuelas, en pisos, en torres, en construcciones específicas o en edificios confiscados. Podían ser de propiedad o alquiler. En general, las instalaciones eran femeninas o masculinas, aunque en algunos casos el mismo edificio acogía los dos sexos, eso sí, estos niños y niñas siempre estaban repartidos en pabellones bien diferenciados.
Aunque la Junta y el Tribunal disponían de centros propios, éstos eran insuficientes para acoger la gran cantidad de menores que les llegaban, especialmente durante los primeros años de posguerra. Por eso, se vieron obligados a contar con centros auxiliares, la mayoría religiosos.
A la variedad de centros hay que sumar la variedad de personal que los dirigía y trabajaba. Un centro podía contar con personal religioso o laico, o ambos a la vez. Y sobre todo si era laico, también podía haber personal tan diverso como funcionarios, médicos, maestros, educadores, sanitarios, personal para la cocina, vigilantes… Aunque no era habitual encontrarlos todos en un mismo centro. En el caso de centros llevados por religiosas, éstas eran normalmente las encargadas de las faenas domésticas y si era femenino, los trabajos solían estar repartidos entre las tuteladas y el número de personal se reducía, y de paso, los costes de mantenimiento.