Protagonistas
En 1981 el Estado español traspasa a la Generalitat de Catalunya los servicios de protección de menores y de la mujer. A partir de este momento se opera un cambio importante en las instituciones porque se da otra concepción de lo que ha de ser la asistencia social, tomando impulso los nuevos criterios educativos y sanitarios defendidos desde la década de los setenta.
En lo que se refiere a los niños, niñas y jóvenes que pasaron por aquellas instituciones ¿qué recuerdo les queda, qué sensación tienen, cómo valoran el paso por aquellos centros? Algunos, algunas, expresan agradecimiento, pero la mayoría la recuerdan como una época difícil, sienten rabia, tristeza, vergüenza y arrastran traumas psíquicos –también alguno físico- por el sentimiento de culpabilidad que les inculcaron sin entender el motivo, por el rompimiento familiar, por la falta de amor, por los malos tratos. En definitiva, por todo aquello que ya es irrecuperable, por una infancia perdida.
En consecuencia, es necesario dar a conocer esta infancia olvidada, que se reconozca la represión que sufrieron y que puedan recuperar la dignidad como sujeto histórico. Ellas, ellos, tienen el protagonismo.